domingo, 10 de abril de 2011

Suministro, Recepción y Almacenamiento.


El suministro de cemento se realiza en sacos (en España de 25 o 50 kg) o a granel. En ambos casos, todo suministro debe ir acompañado de un albarán y de una hoja de características, en los que deben figurar entre otros datos la naturaleza y proporción nominal de todos los componentes, así como las restricciones de empleo, en su caso.
Si se trata de sacos, éstos deben llevar impreso en una de sus caras el tipo y clase de cemento, así como la marca comercial y, eventualmente, las restricciones de empleo.

La toma de muestras y los ensayos de recepción deben llevarse a cabo según indica la Instrucción española RC-97. Si el cemento posee un sello o marca de conformidad oficialmente homologado, la Dirección Facultativa puede eximirlo de los ensayos de recepción.

El almacenamiento de sacos debe efectuarse en un local cerrado y no al exterior, disponiéndolos en hiladas de tres o cuatro de altura, interrumpidas por tablones o calzos que aseguren el paso del aire. Conviene llevar registros de los datos de identificación de cada partida y marcar claramente los lotes ensayados y los no ensayados para evitar confusiones. Mientras dure la obra, conviene conservar muestras del cemento (con 5 kg es suficiente, en bolsa o bote de plástico), que son imprescindibles para poder dictaminar después, caso que se presente cualquier anomalía en el hormigón. De otro modo, los laboratorios especializados pueden prestar una ayuda muy aleatoria.

Si el suministro se realiza a granel, la conservación del cemento se efectúa fácil y correctamente en los silos metálicos que habitualmente se emplean. Las características físicas del cemento ensilado dependen de su grado de asiento, su naturaleza y su finura, pudiendo darse como valores medios los siguientes:

Masa del litro de cemento suelto ............................ de 0,9 a 1,1 kg
Masa del litro de cemento compactado ................... de 1,1 a 1,4 kg
Ángulo de rozamiento interno ........ . .............. entre 20° y 30º

Cuando el cemento experimenta un almacenamiento prolongado, puede sufrir alteraciones consistentes en la hidratación de sus partículas más pequeñas (meteorización), que pierden así su valor hidráulico. Eso se traduce en un retraso en ¡os tiempos de fraguado y en una disminución de las resistencias mecánicas, especialmente las de compresión a cortas edades.

La meteorización del cemento se traduce también en un aumento de la pérdida al fuego, correspondiente a las partículas finas meteorizadas. Este ensayo es el que detecta la meteorización de forma más directa y cuantitativamente expresiva.

A veces puede utilizarse un cemento ligeramente meteorizado, pero teniendo en cuenta sus nuevas características: su distinta granulometría, su retraso en el fraguado y su eventual pérdida de resistencias mecánicas. Al desaparecer los finos, disminuyen el calor de hidratación y la retracción en las primeras edades, requiriendo tanta más agua de amasado cuanto mayor haya sido el proceso de meteorización.

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