El agua puede penetrar en el hormigón sea por presión (depósitos, conducciones, etc.), sea por capilaridad (contacto con medio húmedo). Cuando un hormigón ha sido correctamente dosificado, confeccionado y colocado, resulta en general impermeable por sí mismo, tanto más cuanto menor sea su red capilar, es decir, cuanto mayor sea su compacidad.
La red capilar se forma por evaporación del agua de amasado en exceso sobre la estrictamente necesaria para hidratar el cemento. Este exceso es siempre necesario para poder manejar y colocar el hormigón, debiendo ser, corno es obvio, lo menor posible. La red capilar será tanto más importante cuanto:
• menos finamente molido esté el cemento;
• mayor sea la relación agua/cemento;
• peor sea la composición granulométrica del hormigón;
• más corto sea el curado.
• mayor sea la relación agua/cemento;
• peor sea la composición granulométrica del hormigón;
• más corto sea el curado.
Habida cuenta de lo anterior, pueden emplearse impermeabilizantes de masa que, al cerrar los poros y capilares, mejoran la compacidad del conjunto. Pero es evidente que su efecto será nulo si tales poros y capilares no son relativamente pequeños, es decir, si el hormigón está mal dosificado o ejecutado. No se puede impermeabilizar un hormigón malo.
En la figura 2.8 puede apreciarse la correlación existente entre la permeabilidad del hormigón y la relación agua/cemento, de la que se deduce que cuando se quieran conseguir hormigones impermeables, será necesario emplear una relación agua/cemento lo más baja posible.
Figura 2.8 Influencia de la relación A/C en la permeabilidad
Entre los productos de partida utilizados como impermeabilizantes de masa pueden mencionarse las materias finas (kieselguhr, bentonitas, caliza o puzolana molida, etc.), las sales de ácidos grasos (estearatos, oleatos, etc.) y los plastificantes en general. Los impermeabilizantes aumentan, por regla general, la retracción y pueden disminuir las resistencias si poseen efecto aireante.
Aparte de los impermeabilizantes de masa o hidrófugos, existen impermeabilizantes de superficie, que se aplican sobre la superficie del hormigón endurecido y actúan tan sólo sobre un pequeño espesor del mismo.
De ellos existen en el comercio una extensa gama (resinas, siliconas, aceites y jabones, etc.) de gran número de aplicaciones.
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