Durante el proceso de fraguado y endurecimiento, el hormigón contrae de volumen cuando tal proceso se verifica en el aire; y se entumece si se verifica en el agua. Al primer fenómeno se denomina retracción.
La retracción puede explicarse por La pérdida paulatina de agua en el hormigón. Aunque el fenómeno es complejo, de una forma simplificada se podría decir que el hormigón contiene agua en cinco estados distintos:
• el agua combinada químicamente o de cristalización;
• el agua de gel;
• el agua zeolítica o intercristalina;
• el agua adsorbida, que forma meniscos en la periferia de la pasta de cemento que une los granos de árido;
• el agua capilar o libre.
De estos estados, el agua capilar y parte de la adsorbida pueden evaporarse a la temperatura ordinaria. Si el hormigón no está en un ambiente permanentemente húmedo, va perdiendo el agua capilar, lo que no produce cambios de volumen, y parte del agua adsorbida (e incluso, según algunos autores, de la zeolítica), lo cual origina una contracción de meniscos que obliga a que los granos de árido se aproximen entre sí. Esta es la causa de la retracción.
• el agua de gel;
• el agua zeolítica o intercristalina;
• el agua adsorbida, que forma meniscos en la periferia de la pasta de cemento que une los granos de árido;
• el agua capilar o libre.
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